2018 / Obra propia
El germen de este proyecto es sin duda la COLABORACIÓN.
La colaboración con la dirección del centro, que desde el principio recibió esta propuesta con la misma ilusión con la que nosotras se la presentamos, así como con los departamentos de las distintas materias, que se mostraron receptivos y participativos. La colaboración necesaria a la hora de ejecutar la propuesta entre los alumnos, los profesores y nuestro estudio autoras del proyecto, y también la de todas las personas que nos facilitaron la recogida de los materiales a reciclar.
Nuestro proyecto se planteó como una forma de renovar un espacio implicando a sus usuarios de manera activa en lo que entendemos que fue una propuesta interesante por varias razones:
La idea que sirvió de base a nuestra propuesta surgió principalmente de dos factores que observamos en este espacio:
Planteamos un repintado de algunos elementos estructurales, siguiendo una variación de color gradual que iba de un extremo a otro y que unía el pasillo de los despachos con el recibidor y con el pasillo de aulas que llega hasta la cantina.
Después de conseguir esta imagen que unificaba el conjunto planteamos una serie de elementos decorativos y funcionales que se realizaron reciclando objetos usados (palets, neumáticos, tapones de botellas, piedras…).
A la comunidad del centro le pareció increíble el resultado, que fue viable a pesar de las limitaciones económicas, y a nosotras nos supuso una manera diferente de trabajar con la que aprendimos muchísimo.