Quiero construirme mi casa (3ª parte)

 Mi vivienda sostenible

Además de los pasos habituales que se deben dar a la hora de abordar una autopromoción (y de los que tratamos en anteriores entradas con una aproximación inicial), no queremos dejar de hablar de los aspectos medioambientales que – no nos engañemos – nos gustaría que nuestros clientes tuvieran presentes.

Es bastante habitual que en la primera reunión con un cliente surja la frase quiero una vivienda muy eficiente o me gustaría tener una casa bioclimática. Como profesionales que intentan seguir el camino de la construcción sostenible, este comienzo ya es un punto de partida importante y como tal lo valoramos. Pero cuidado, es fundamental no perderlo de vista en el proceso.

Si de verdad quieres que tu proyecto de vivienda bioclimática se transforme en una realidad no puedes dar los mismos pasos que se han dado siempre, y ahí es donde, confiando en nuestro estudio de arquitectura para ir planificando y avanzando desde el principio, acertarás.

Soluciones como la construcción con materiales más respetuosos, el uso de instalaciones que mejoren la eficiencia energética, las cubiertas verdes o los sistemas de aislamiento de la envolvente por el exterior del edificio, son ejemplos de innovaciones que la mayoría de las empresas constructoras, con las que un autopromotor suele contactar, no han utilizado jamás. Y hablamos de innovaciones porque, aunque sean soluciones que llevan muchos años demostrando su validez, aún no se están usando de manera generalizada en las construcciones de nuestro país.

A nuestro entender, hay varios factores que pueden hacer olvidar rápidamente a un autopromotor estas intenciones ecológicas y os los resumimos con la intención de evitar que se produzcan.

¿Por qué abandona un autopromotor su intención ecológica?

En primer lugar, los criterios económicos. No cabe duda de que los precios de las diferentes soluciones que pueden aportar calidad medioambiental no están tan adaptados al mercado más convencional, dado que su uso es menos habitual. Pero muchas veces solo es cuestión de buscar un poco, de pedir información a varios proveedores y de no quedarse en lo primero que te ofrecen.

Como estudio de arquitectura que apuesta por implantar estas soluciones con la finalidad de hacer arquitectura bioclimática, nuestros servicios incluyen esta búsqueda de precios más competitivos en sistemas que den las garantías constructivas necesarias.

Además, es fundamental reflexionar sobre la necesidad de cambiar la forma de construir y, en definitiva, de habitar. Consideremos, por ejemplo, una instalación de ventilación mecánica con intercambio de calor. Puede costar aproximadamente lo mismo que una instalación de climatización por conductos. La climatización se ve como algo normal y necesario, y la ventilación, que es también imprescindible para conseguir un ambiente de calidad en el interior de las viviendas, puede ayudar a mejorar la eficiencia energética. Hay que normalizar el uso de estas soluciones para asumir el coste que suponen como algo habitual, viendo su repercusión a largo plazo, en este caso en el ahorro energético que se conseguirá.

Por otro lado, la facilidad por parte del cliente de contactar con un constructor acostumbrado a construir de manera convencional es determinante. El proceso de construcción de una vivienda para alguien no habituado puede convertirse en una auténtica carrera de obstáculos en la que hacer algo diferente no deja de ser un obstáculo más. No es sencillo evitar el ir a lo que se ha hecho siempre, y solo por esto se dejan atrás los propósitos iniciales.

En este sentido, nuestro compromiso con los clientes pasa en muchas ocasiones por localizar a los profesionales que sean capaces de darles las soluciones con la calidad medioambiental que buscan (con la calidad medioambiental que buscamos). Porque entendemos que es un esfuerzo necesario en el objetivo que compartimos con nuestros clientes: que sus proyectos de vivienda se conviertan en construcciones reales de viviendas más sostenibles.